Daddy Yankee: un rey en su palacio musical – Vídeo

En su nuevo álbum, el primero que realiza sólo para el mercado digital, regresa a la temática ruda que forjó la música urbana. Vídeo

El “Big Boss” del reguetón asegura sentirse orgulloso de marcar la pauta y cambiar el rumbo de la música a la que ha dedicado su vida y su carrera.

S i alguien es consciente de cuánto ha evolucionado el género del reguetón y la industria de la música es Daddy Yankee. Es por eso que no resulta una novedad que su nueva producción discográfica El Imperio Nazza: King Daddy Edition, que lanza hoy al mercado sea completamente digital.

El artista conoce de primera mano que la principal plaza del género urbano es el Internet y las redes sociales. “Son millones de personas las que descargan nuestra música”, afirma.

Sin embargo, lo que sí podría resultar distinto es su regreso a las raíces del reguetón, a las fibras de la crudeza y a la autenticidad del género desde la perspectiva de la calle. Los once temas que integran el nuevo disco se alejan de los éxitos Lovumba y Pasarela, éstos ahora se pasean en el dembow.

El llamado “Big Boss” entiende que explorar sus raíces no es un retroceso, a pesar de que otros de sus colegas caminen en otra dirección más comercial. En su caso, no le preocupa ya que se considera uno de los artistas que dicta la pauta en el género a nivel mundial. Tomarse riesgo, asegura ha sido su clave para mantenerse vigente.

“A mí me gusta siempre darle un giro 360 al género. Cuando todo el mundo está siguiendo la línea que ya plasmé, uno de momento sorprende. Me gusta dirigir al género por otra dirección. He hecho diferentes estilos de música dentro del género, desde urbano tropical, caribeño, más electro con urbano y ahora la gente lo que pide es ese sonido clásico. Lo piden en las redes sociales, en internet y todos los fanáticos de la música urbana estaban exigiendo un álbum de los pilares que fuera crudo, hard core y auténtico”, indicó ayer el artista en exclusiva a El Nuevo Día desde su estudio de grabación en Carolina.