Desde hace varios años vengo escuchando y analizando la música urbana dominicana, pero en especial la cultura hip hop y todo lo que este género abarca. Sus cuatro elementos básicos son: grafitis, break dance o bailarines, disc-jockey, quien se encarga de colocar las pistas musicales y el MC o cantante.

En la escena local he tenido el privilegio de poder escuchar a verdaderos artistas del micrófono, entre los que están: Dkano, Sin Fin, Sr. Kr y al colectivo Ponlo Duro, quienes con sus letras revolucionarias plasman problemas sociales que afectan a República Dominicana.

Otros como Metaforus, Ilv y Liricario Realista transmiten, a través sus canciones, historias de amor, desamor y se expresan en contra de la violencia.

Más que esto, lo que me ha llevado a escuchar el hip hop dominicano es que sus exponentes no incitan a los vicios ni al sexo sin pudor como lo hacen cantantes de otros géneros como los de dembow.

Y es que a lo largo del tiempo, por falta de conocimiento de algunas personas, se ha querido involucrar a los MC con “artistas” de géneros como el reguetón, quienes a través de sus letras estimulan a la juventud a las drogas, al sexo desmedido y sugieren tratar como objeto de placer a las mujeres.

Temas de rap, como “Niños invisibles”, de Sr. Kr; “Mi Quisqueya muere de sin fin” y “Dkano”, “Tantas verdades de R.E.A.L.I.D.A.D”, entre otros más, transmiten problemas sociales de los cuales está siendo víctima el país. Además de reconocer que muchos de estos exponentes de hip hop poseen grados académicos superiores.

No es posible que en una nación “organizada” se permita que suene a través de la radio “canciones”, que de canción no tienen nada, en las cuales las armas de fuego y la violencia contra la mujer son el tema principal.

A ti joven te reto a buscar y escuchar estos temas de rap y hip hop, esos que van más allá de la violencia, de chalecos, de drogas, de alcohol y de sexo.