Romeo Santos se corona como rey de la bachata en NYC

Aventura fue la agrupación que rescató la bachata y le dio un sonido moderno, que se acopló al boom del reguetón y significó una variante romántica y más amable de la música urbana.

Anthony, Lenny, Max y Henry Santos fueron los abanderados de esta revolución. En 2011 se encontraban en la cresta de la ola, sobre todo, después de ganar cuatro premios, incluído la Gaviota de Oro, del Festival de Viña del Mar el año pasado. Sin embargo, tanto brillo recaló en una decisión trascendental: el grupo dejaría de funcionar por un tiempo para darle paso a los proyectos solistas de los miembros.

Anthony “Romeo” Santos fue el componente del cuarteto que más ha sobresalido en esta nueva etapa. El pasado noviembre lanzó su debut, ‘Fórmula’, un disco sólido que contó con las colaboraciones de La Mala Rodríguez, Usher, Lil Wayne y Tomatito.

La noche de ayer, Romeo coronó su corta y estrepitosa carrera en solitario con un concierto en el Madison Square Garden ante 20 mil personas. Era la segunda fecha en el mítico recinto neoyorquino, de una trilogía de presentaciones que hacen parte del Romeo Santos Tour 2012.

En dos horas de concierto, el cantante regaló éxitos de su disco solista y de Aventura, “La diabla”, “Obsesión” y “Malevo” hicieron parte de un set list de lujo. El show contó con dos invitados especiales. Héctor “El Torito” Acosta acompañó a Romeo en la interpretación de “Dile al amor”, recibiendo todo el amor de un público latino entregado por su música.

Casi al final, la fanaticada recibió un golpe directo a la mandíbula cuando presenciaron la entrada del Dúo Dinámico, Wisin & Yandel. Juntos, interpretaron estruendosos éxitos como “Noche de sexo” y “All Up To You”.

Al final quedó comprobado que la bachata es un género que crece y que sus mayores exponentes no han hecho más sino ampliarla con esta nueva etapa en solitario. Romeo Santos es el rey, por ahora, del sonido romántico de la música urbana. El que quiera la corona, debe llenar el Madison Square Garden durante tres noches. Habrá que esperar.